jueves, 22 de agosto de 2013

Misterio

Misterio

2/10/11
    
    Una fría mañana con Anita, nos levantamos muy temprano, creo que eran las 6:00 AM, solamente por curiosidad fuimos a una casa que estaba 
abandonada, caminábamos despacio, acurrucados, había muchos eucaliptos y las ramas secas que había en el suelo hacían un ruido muy molesto al quebrajarse cuando las pisábamos.
   Nos íbamos acercando a la casa abandonada, había un caballo blanco que estaba atado y un camión todo roto y apedreado.
   Cuando entramos a la casa, estaba todo oscuro. Anita me apretaba fuerte la mano que me sudaba de los nervios. En eso, un despertador de estilo antiguo suena haciéndonos saltar a los dos.
   Buscamos el despertador por el sonido, ignorando totalmente que estábamos en una casa vieja, húmeda, rota y abandonada.
   El reloj, parecía ser muy valioso y estaba muy bien cuidado. Yo por curiosidad y por hacer callar al reloj, lo agarro, y le caballo que estaba afuera empieza a gemir, parándose en dos patas, era como si quisiese soltarse.
   Anita me apretaba fuerte las manos y me decía -¡Vayámonos de acá que esto me está dando miedo!- Entonces, apago el reloj y nos vamos juntos corriendo ya que teníamos la presencia de que algo se acercaba, dejándonos llevar por el miedo de alguna cosa que ni nosotros sabíamos. Solo corríamos. Yo adelante y ella atrás, tomados de la mano. Mientras salíamos corriendo, nos llevamos la sorpresa de ver que detrás nuestro había un anciano.- ¡¿Que están haciendo malditos ladrones?!- nos grita el anciano. Nos damos la vuelta de golpe muy asustados y seguimos corriendo ignorándolo  Más adelante, antes de salir del terreno de la casa abandonada, un perro nos empieza a perseguir, en ese instante, noté que el camión que estaba todo roto, ya no estaba, había un carruaje sin caballo, los caminos parecían recién hechos, me doy la vuelta otra vez, y la casa estaba como nueva. Cuando quiero mirar el reloj nuevamente, ya no lo tenía. Y en vez de tener la mano de Anita, tenía una carta con letras invertidas. Ella ya no estaba conmigo. Me desesperé mucho, quería volver a la realidad, convencido de que todo era una pesadilla, me di cachetadas, me pellizqué, pero nada. Las calles eran de tierra, siendo que desde que tengo memoria, eran de asfalto. Yendo a mi casa, me perdí, ya que no la encontraba. Intuitivamente me di cuenta que pase varias veces por ahí. Me di cuenta por la calle y la altura. En la dirección de mi casa, había una fábrica de hielo.
   No sé que pasó, no sé donde estoy, quiero irme de acá, y todo paso por curiosidad, desde que agarre ese reloj de porquería, intenté matarme varia veces pero vuelvo a aparecer en este lugar. ¡Me quiero morir!
¡Tengo que encontrar ese reloj!...
¡¿Qué pasa?!...
¿¡Por qué estoy desapareciendo?!...


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